Opinión

El presidente Biden no ha dejado caer el micrófono; parece haberlo perdido. El Sr. Biden se está convirtiendo en un evasor de los medios de comunicación y es perjudicial para su presidencia y la nación. En los últimos 100 años, solo los presidentes Richard M. Nixon y Ronald Reagan promediaron menos conferencias de prensa que el Sr. Biden. (Una conferencia de prensa implica que el presidente responda preguntas de varios reporteros; una entrevista individual con un periodista elegido a dedo no cuenta).

En lo que va de 2023, Biden ha realizado cero conferencias de prensa en solitario. Realizó dos "conferencias de prensa conjuntas" en las que el presidente y un líder extranjero visitante se enfrentaron juntos a los medios. No debería ser necesaria una visita del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, o del presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, para que el público estadounidense escuche al presidente respondiendo preguntas urgentes de una prensa libre. Los presidentes también suelen interactuar de manera informal con los medios, respondiendo algunas preguntas de camino a un evento. Biden tampoco hace muchos de esos intercambios, según el rastreador del Proyecto de la Presidencia Estadounidense.

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Biden incluso bromeó en la reciente cena de corresponsales de la Casa Blanca sobre la poca frecuencia con la que responde preguntas de los reporteros: "En muchos sentidos, esta cena resume mis dos primeros años en el cargo. Hablaré durante 10 minutos, no respondo preguntas y me alejo alegremente". El presidente y su equipo prometieron transparencia. En cambio, está obstruyendo a los medios.

Volvió a pasar el lunes. El Sr. Biden apareció junto al secretario de Transporte, Pete Buttigieg, para informar a los periodistas sobre los nuevos esfuerzos para obligar a las aerolíneas a compensar a los pasajeros cuando se cancela un vuelo. Tan pronto como terminaron sus comentarios, Biden dio media vuelta y se alejó, ignorando las preguntas de los periodistas. Esto se produce después de que el presidente afirmara el viernes que estaba dando una "gran conferencia de prensa" esa noche. En realidad, estaba haciendo una entrevista con MSNBC.

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Responder preguntas de los medios promueve la responsabilidad pública. También muestra que el presidente está dispuesto a defender sus posiciones e infunde confianza en que puede hacer el trabajo. Es ampliamente conocido que Biden es propenso a cometer errores y que las conferencias de prensa no son su fuerte. Pero ahora que se postula para un segundo mandato, debería estar ansioso por demostrar que puede manejar todos los aspectos del trabajo.

Tome el micrófono, señor presidente. Los medios de comunicación no son tu enemigo.

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